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La historia detrás de la Ley Bosman

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Sin duda alguna, uno de los casos más sonados dentro del deporte moderno en cuanto al derecho deportivo internacional, es el de Jean-Marc Bosman, quien a pesar de haber sido un jugador profesional en europa, no trascendió a mayores logros desde el punto de vista deportivo internacional. Sin embargo, es recordado por una de las sentencias a su favor que más beneficio ha traído a los futbolistas internacionales durante el desarrollo y formación del contrato jugador-equipo cuando de jugadores de futbol extranjeros nos referimos. Antes de abarcar lo expuesto en relación con la famosa sentencia Bosman, hay que escudriñar en quién es y que lo motivo a pasar del fracaso al éxito.

A finales de los años 80, Jean-Marc Bosman de nacionalidad belga, fue un jugador de futbol profesional que desempañaba su oficio en el Real Club de Lieja, equipo de la primera división de la liga belga de futbol. Justo antes de finalizar su contrato en el año 1990, el RFC Lieja le ofreció un año más de contrato; sin embargo, el futbolista rechazó la oferta del club al tratarse de una propuesta sumamente desfavorable económicamente para él, por ende esto condujo a que Bosman fuera puesto en la lista de jugadores transferibles. Hay que destacar que Bosman tenía una cláusula indemnizatoria de 11.743.000 francos belgas, en aquel momento histórico, se debía pagar la cláusula incluso, si el contrato del jugador había concluido su plazo de vigencia. Pasado un mes, Jean había llegado a un acuerdo con el USL Dunkerque de la segunda división de francesa.

El acuerdo entre RFC de Lieja y el equipo francés por una temporada, más una opción a compra por parte del equipo francés no admitía pagar la ostentosa cláusula de indemnización previamente nombrada y estipulada por el RFC Lieja, lo cual llevó a que el equipo francés negara el pase de Bosman y lo apartara del equipo, esto forzó a Jean-Marc Bosman a presentar una demanda en contra del RFC Lieja, en contra del USL Dunkerque y la UEFA. No obstante, es determinante hacer hincapié que en aquel momento histórico la reglamentación belga distinguía varios tipos de transferencia, según se sea amateur o profesional, pero en definitiva la figura de la indemnización por formación era de carácter obligatorio.

En el caso  de la regulación de las cláusulas indemnizatorias en Francia en aquel momento estipulaban lo siguiente,  según lo relatado por el profesor Juan Dios Crespo Pérez y citó, “La indemnización por formación en el fútbol interno precisa de unas reglas mínimas (un año en el club como stagiaire, situación de pre-profesional, así como que esa formación se haya desarrollado en un Centro admitido por la Federación Francesa de Fútbol, y con una estancia de al menos tres años para poder obtener el 100% de la suma de transferencia) y solo para el primer cambio de club; en el resto de casos no hay pago alguno que se deba efectuar. Para el extranjero, las reglas se mantienen, con la única salvedad de doblar las cantidades que se fijan en el orden interno.”

Ahora bien, teniendo estos fundamentos un poco más claros hay que resaltar que Bosman alegaba en su demanda la transgresión de sus derechos como trabajador, por ende la demanda no solo era hacia las instituciones mencionadas, sino hacia el reglamento de la UEFA y las normas que atentaban en contra de sus derechos como trabajador, la demanda fue ejecutada por el desconocido y joven abogado Jean-Louis Dupont.

El Tribunal de justicia adscrito a la Unión Europea con sede en Luxemburgo, dicto la sentencia de la respectiva demanda el 15 de diciembre del año  1995 en donde el juzgado emitió el fallo a favor de Bosman al tildar de ilegales las indemnizaciones por traspasos y los cupos de extranjeros cuando se refieran a los jugadores que formen parte de la comunidad europea, esta decisión la fundamento el tribunal con base en que dichas indemnizaciones atentaban de facto a la libre contratación de jugadores e iban en contra de los principios y normas laborales de la Unión Europea.

Esta decisión generó un avasallante efecto dominó en el mercado europeo, que condujo a mejores condiciones contractuales para jugadores que no provengan de la misma liga en la que juegan, así como para los jugadores extranjeros, poco a poco se fueron internacionalizando mucho más los equipos de futbol profesional, esto gracias a lo que se le denominó la Ley Bosman, que no es más que el fallo del principal tribunal europeo reconociendo los derechos garantías laborales que tienen los jugadores de futbol extranjeros.

Sin embargo, a raíz de esta internalización del mercado de pases la UEFA tuvo que adoptar nuevas medidas para poder incentivar al mercado de canteras europeo, por ende la UEFA a través de una nueva regulación limitaría los cupos internacionales, exigiendo un mínimo de jugadores connacionales dentro de las plantillas de futbol europeo, incluso esta sentencia género que los grandes clubes de futbol con mayor alcance económico pertenecientes a las denominadas cuatro grandes ligas (España, Inglaterra, Italia y Alemania), fueran los únicos hasta el día de hoy en ganar el máximo trofeo europeo a nivel de clubes en Europa, la UEFA Champions League, con una excepción en la edición 2003-2004 en donde la gano el  F.C. Oporto de Portugal, por ende la sentencia incluso llego a afectar el ámbito futbolístico del deporte rey en Europa.

Existieron múltiples repercusiones emitidas por grandes exponentes del futbol mundial, como lo fue la del gran Johan Cruyff, quien alegó, proteger a los jugadores jóvenes y especialmente a las canteras de los clubs, a las que creo saldrán como «grandes perjudicadas».

A su vez,  Franz Beckenbauer expresó su rechazo por el cambio, alegando que el sistema anterior a la sentencia era «el más adecuado para el fútbol, los futbolistas y los clubs», solicitando que hubiera «reuniones para mejorar las condiciones» pero evitando un cambio drástico. Sin embargo, el presidente de la UEFA de aquel momento pidió «prudencia» a los clubs y les aconsejó «no desafiar a las instituciones hasta que se tomen las decisiones pertinentes», aunque el presidente Johansson expresara estas palabras, la sentencia ya había trascendido el ámbito mundial y económico del futbol moderno, Jean-Marc Bosman, sin saberlo había cambiado el futbol para siempre.

En el año 1998, el jugador belga, retirado dos años antes en un club de 4ª División de su país, recibió una indemnización de 280 mil euros, aunque posteriormente  tuvo que subsistir con una pensión de 570 euros que se sumaban a pequeñas cantidades donadas por el sindicato FIFPro.

En el año 2019, durante una entrevista que dio a un famoso medio comunicacional inglés, contó una anécdota muy peculiar que lo había conmovido en relación con la sentencia suya en donde estableció lo siguiente, «El año pasado la madre de Rabiot (Jugador de Futbol Profesional Europeo)  vio mi historia en un documental y decidió ayudarme. Vino a verme con el hermano de Adrien y me dio 12 mil euros, fue antes de que Adrien saliera del primer equipo en diciembre porque no quería renovar con el PSG».