El ex director ejecutivo del gigante de la moda Abercrombie & Fitch (A&F), Mike Jeffries, fue arrestado en la mañana de este martes y se enfrenta a cargos de tráfico y explotación sexual junto a su pareja, Matthew Smith, y un presunto intermediario.
El fiscal Breon Peace declaró en una conferencia de prensa este martes que Jeffries y Smith, de 80 y 61 años respectivamente, explotaron a más de una docena de «individuos vulnerables, haciéndoles creer en un futuro en el ámbito de la moda o el modelaje».
Los imputados utilizaban a un intermediario para atraer a hombres, quienes luego eran trasladados a las propiedades de la pareja y a hoteles en diversas partes del mundo con el fin de mantener relaciones sexuales, según lo expuso el fiscal.
A Jeffries, su pareja y el supuesto intermediario les fueron imputados 16 cargos, los cuales abarcan desde tráfico sexual hasta prostitución a nivel interestatal.
Según la acusación, más allá de la mera contratación de hombres para sexo, Jeffries, Smith y Jacobson utilizaron la violencia, el engaño y la coerción para traficar a esos hombres en busca de su propia gratificación sexual.
Inicialmente, los abogados en defensa de Jeffries y Smith negaron anteriormente que la pareja hubiere incurrido en ningún delito.
El fiscal Peace indicó que se inducía a los hombres a pensar que su participación en estos eventos les traería ventajas en sus carreras, y se les obligaba a firmar acuerdos de confidencialidad. Dichos individuos eran adicionalmente obligados a tomar alcohol, popper y viagra, todo bajo la vigilancia de varios hombres designados para asegurar que no se fueran.
Jeffries salió de prisión este martes tras pagar una fianza de US$10 millones.
Previamente, después de haber salido a la luz información sobre las presuntas prácticas de explotación sexual y abuso de hombres por parte de Mike Jeffries y su pareja en los eventos que organizaban en sus domicilios de Nueva York y en hoteles internacionales, el FBI abrió una investigación el año pasado.
Posteriormente, una investigación de la BBC descubrió una sofisticada operación en la que participaban un intermediario y una red de reclutadores encargados de conseguir hombres para los eventos.
En la demanda se señalaba a Abercrombie & Fitch por haber proporcionado recursos financieros a una red de trata de personas, la cual era liderada por su antiguo director ejecutivo durante el periodo de veinte años en que ocupó el cargo.
De acuerdo con la normativa vigente en Estados Unidos, el tráfico sexual abarca la acción de trasladar a un adulto a otro estado o nación con el propósito de mantener relaciones sexuales a cambio de compensación monetaria, utilizando para ello la fuerza, el engaño o la coerción.
Con la confirmación del arresto, Brad Edwards, abogado civil que defiende a algunas de las presuntas víctimas, expresó: «Estas detenciones constituyen un paso fundamental hacia la obtención de justicia para las numerosas víctimas que sufrieron explotación y abuso a través de esta red de tráfico sexual que funcionó durante años bajo el disfraz de legitimidad que brindaba Abercrombie».
