Al rededor de 1 millón y medio de usuario de la plataforma Facebook, recibirán entre $340 y $ 400 dólares, como compensación por la recopilación de datos biométricos sin su consentimiento para el servicio de etiquetado de Facebook, se estima que el acuerdo alcance los $ 650 millones. Pero antes de entrar a conocer los hechos, repasemos en que consisten las tecnologías de datos biométricos y de reconocimiento facial. Veamos;
Respecto a los datos biométricos, podemos aducir que son la evidencia o el rastro sobre las características físicas de una persona, incluidas las huellas dactilares, escaneos del iris o la retina, escaneos faciales e incluso huellas de voz.
En los últimos años, estos marcadores biométricos han sido recopilados para desarrollar aplicaciones de cyber seguridad, desde iniciar sesión en un dispositivo móvil; hasta autenticar la identidad de una persona mediante el reconocimiento de voz en una llamada telefónica.
Entre los rastros de identificación biométrica, se encuentra la tecnología de reconocimiento facial; que utiliza datos para crear un mapa del rostro humano. Donde, una vez que se recopilan los datos, los algoritmos analizan las imágenes entrantes en busca de características y dimensiones faciales únicas para encontrar una coincidencia, atribuyendo así la nueva imagen a un individuo.
El reconocimiento facial requiere una base de datos de información para hacer referencia a fin de hacer coincidencias. Por ejemplo, las empresas de redes sociales y las aplicaciones de teléfonos inteligentes obtienen fácilmente esta información cuando los usuarios suben voluntariamente sus fotos.
Algunas estimaciones predicen que el mercado de reconocimiento facial tendrá un valor de casi $ 9.6 mil millones para 2022. El reconocimiento facial ya se ha probado en grandes eventos deportivos públicos en los Estados Unidos donde los asistentes son admitidos en las instalaciones mediante autenticación facial, en lugar de boletos impresos u otros métodos.
De hecho, los gigantes de la tecnología publican regularmente sus descubrimientos teóricos en inteligencia artificial, reconocimiento de imágenes y análisis de rostros; desde la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), pasando por Microsoft, Google, Amazon, hasta Facebook; que comenzó a usar el reconocimiento facial en 2010; cuando etiquetó automáticamente a millones de usuarios en las fotos utilizando su herramienta de sugerencias de etiquetas.
La herramienta escanea el rostro de un usuario y ofrece sugerencias sobre quién es esa persona.
Sobre el Litigio de Facebook.-
En 2010, Facebook anunció el servicio «Tag Suggestions» como una opción de etiquetado predeterminada para los usuarios. En aquella oportunidad, aunque los mismos usuarios podían desactivar la opción, muchos expertos en privacidad dijeron que la compañía no había obtenido el consentimiento de esos usuarios para la tecnología ni les había informado explícitamente que podría beneficiarse, por ejemplo, mediante el uso de escaneos de sus fotos para mejorar su tecnología de identificación facial.
En principio, la herramienta intentaba detectar rostros en las imágenes cargadas; luego, la herramienta estandarizaba la cara a lo largo de un conjunto de parámetros, como la orientación y el tamaño; para después, calcular una «firma de rostro», que es una cadena de números que representa ese rostro en particular; y por ultimo, el software buscaba una coincidencia en una base de datos de «plantillas de caras» almacenadas.
Las plantillas de caras almacenadas se calculaban en función de otras fotografías en las que estaba etiquetado un usuario. A partir de allí, se producía una coincidencia cuando la firma del rostro caía dentro de un umbral de similitud con una plantilla de rostro almacenada, momento en el que Facebook sugería etiquetar al usuario al que se asigna la plantilla de rostro.
Para 2015, los usuarios de Facebook en el estado de Illinois (EEUU) presentaron una demanda colectiva a propósito de la Ley de Privacidad de la Información Biométrica; impugnando la recopilación de Facebook de su información facial biométrica sin previo aviso.
En su demanda alegaron que Facebook recopiló sus datos biométricos sin consentimiento a través de la herramienta Tag Suggestions, que busca e identifica a las personas en las fotografías que los usuarios suben a Facebook.
El proceso continuó por varios años más, durante los cuales Facebook solicito distintas mociones para desestimar el caso y para solicitar un juicio sumario, argumentando además que los demandantes no habían alegado ningún daño más allá de la violación de la Ley de Privacidad de la Información Biométrica por parte de Facebook.
Facebook intentó llegar a un acuerdo por 550 millones de dólares en junio de 2020, pero el Juez de circuito, rechazo el acuerdo por considerarlo insuficiente. Al mes siguiente, el mismo Juez aceptó una aprobación preliminar de un acuerdo modificado de $ 650 millones, cuya versión final aprobó en la audiencia del pasado Viernes 26 de Febrero de 2021.
Las firmas legales que representan a los demandantes pidieron obtener alrededor de $ 110 millones del dinero del acuerdo. Eso deja los $ 540 millones restantes para dividirse entre los aproximadamente 1,6 millones de miembros de la clase que presentaron una reclamación antes de la fecha límite del 23 de noviembre, lo que equivale a unos $ 338 por usuario. Se espera que esos pagos tarden «unos meses» en llegar a los reclamantes.
Aunque $ 340 por persona es mucho menos que los $ 1,000 o $ 5,000 por persona que teóricamente Facebook podría haberse hecho pagar, sigue siendo un pago inusualmente alto para los miembros de una demanda colectiva, que en muchos casos proporciona una miseria a las personas afectadas
Análisis del caso.-
Con este arreglo, podemos presumir sin temor a equivocarnos que la protección de datos biométricos, incluido el reconocimiento facial, será el nuevo frente legal más importante para los defensores de la privacidad.
Por ahora, a pesar de la probabilidad de litigios futuros, consideramos oportuno recomendar varias acciones que las personas pueden tomar para proteger su privacidad.
Por ejemplo, cualquiera que esté preocupado por la protección de los datos biométricos puede empezar por evitar las aplicaciones que requieran cargar una foto de su rostro. Además, los usuarios de evitar etiquetarse a sí mismos y a otros en publicaciones de redes sociales; y revisar su configuración de privacidad y deshabilitar la mayoría de las funciones de reconocimiento facial.
Las empresas, también pueden tomar medidas afirmativas para salvaguardar la información biométrica del consumidor y mantenerse a la vanguardia de la legislación y la regulación.
Esto sería, a través de mecanismos que garanticen la solicitud del consentimiento expreso de los consumidores antes de recopilar su información biométrica, así como también, con políticas claras y sólidas para proteger la información biométrica una vez recopilada y evitar la comercialización de dicha información.
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