El pasado martes, la Corte Suprema de Colorado decidió que cinco elefantes africanos de edad avanzada, alojados en el Zoológico Cheyenne Mountain, no tienen el derecho legal de demandar su liberación. En un fallo unánime de 6-0, el tribunal estableció que estos animales no son considerados personas bajo las leyes de hábeas corpus, una normativa que tradicionalmente se utiliza para impugnar detenciones ilegales.
La demanda fue presentada por el Nonhuman Rights Project, una organización que aboga por los derechos legales de animales no humanos. El grupo argumentó que los elefantes, conocidos como Missy, Kimba, Lucky, LouLou y Jambo, estaban siendo confinados ilegalmente y debían ser trasladados a un santuario especializado donde pudieran vivir en condiciones más adecuadas para su bienestar físico y psicológico.
La organización basó su caso en estudios y declaraciones de siete expertos en biología, quienes destacaron la capacidad cognitiva y social de los elefantes. Según estos testimonios, los elefantes son animales conscientes de sí mismos, capaces de experimentar emociones complejas como la empatía, y son profundamente sociales. Los expertos señalaron que el confinamiento en ambientes artificiales y carentes de estímulos adecuados puede generarles estrés crónico, aburrimiento y frustración.
A pesar de estas declaraciones, el tribunal subrayó que la decisión no implicaba una falta de empatía hacia los elefantes o los argumentos presentados, sino que se basaba exclusivamente en la interpretación legal de la normativa. Según el fallo, el estatuto de hábeas corpus no puede ser aplicado a los animales, ya que no son considerados personas en términos legales, lo que les impide presentar demandas de este tipo.
Por su parte, el Zoológico Cheyenne Mountain celebró el fallo judicial, calificando la demanda como «frívola». En un comunicado, expresaron su frustración por el tiempo y los recursos invertidos en responder a las acusaciones legales durante casi dos años. Además, reafirmaron su compromiso con el cuidado y bienestar de los animales bajo su responsabilidad.
Este caso es un ejemplo más de los debates legales y éticos en torno a los derechos de los animales, una cuestión que sigue generando controversia en diversos ámbitos sociales y judiciales.