Frank William Abganale Jr. nació el 27 de abril del año 1948 en el condado de Bronxville, Nueva York. Su infancia se vio sumamente marcada por el divorcio de sus padres, cuando él tenía 14 años, provocando que se fuera a vivir con su padre, en una suerte de doble hogar. A los 15 años Frank pesaba 77 kilogramos y media 1.82 metros de altura, razón por la cual las personas al verlo, suponían que era un adulto. Es por ello que, desde temprana edad junto a su padre frecuentaban múltiples bares y salones de prestigio de Nueva York, en donde logró aprender y entender el comportamiento de la gente poderosa, así como a utilizar eso a su favor. Sin embargo, a la edad de 16 años, Frank Abganele Sr. tuvo una gran debacle económica, que lo llevo a tomar un trabajo como cartero.
En ese momento, Frank tomo la decisión de dejar su hogar sin ninguna nota o previo aviso, tomo 200 dólares a su nombre y se dirigió a Manhattan, en donde empezó a emplear cada una de las habilidades obtenidas en los años anteriores. Es así como, por primera vez, cambia de nombre, haciéndose pasar por una persona de 26 años y comenzó a cobrar cheques fraudulentos por muy pequeñas cantidades.
Desde los 16 hasta los 20 años efectuó estafas en más de 26 países, lo cual dio un total de 40 viajes alrededor del mundo, todos gratis, como consecuencia de haber utilizado la identidad de Frank Taylor, un piloto de la extinta aerolínea Pan Am. Sin embargo, es arrestado por la policía en Miami, situación de la cual logro zafarse debido a que, en la recolección de evidencias, gran parte del personal de Pan Am lo reconocía como un colega más.
Entre las identidades que también adopto Frank, resaltan la de un médico pediatra, quien se identificaba bajo el nombre de Frank Conners. También como el abogado Robert Black, graduado de la universidad de Harvard, que logró trabajar como asistente legal en la fiscalía general de Luisiana, gracias una novia que tuvo en aquel entonces.
Frank Abganale cometió fraudes por aproximadamente cuatro millones de dólares americanos, a su vez fue solicitado por más de 12 países bajo los cargos de suplantación de identidad, fraude, falsificación de documentos, ejercicio ilegal de profesiones y robo de bancos.
Abganale a la edad de 20 años decidió retirarse de los actos delictivos que había cometido en el pasado, razón por la cual cambia de nombre nuevamente y se muda a Montpellier, Francia. Sin embargo, es delatado por su pareja y detenido en Francia por 6 meses, de donde logró escabullirse nuevamente, persecución que se extendió por un par de semanas más, hasta que por fin se le dio captura en el aeropuerto de Montreal y llevado a suelo estadunidense. Sin embargo, logro escabullirse, una vez más, de una prisión federal en Atlanta, en lo que se conoce como una de las fugas de seguridad más renombradas en la historia de los Estados Unidos. Posteriormente, estuvo un mes prófugo, hasta que, por casualidad en las calles de Nueva York, Frank Abganale fue reconocido y apresado en el Hotel Waldorf Astoria.
Frank admitió los hechos y fue condenado en el año 1971 a 12 años de prisión federal, no obstante, el gobierno de los Estados Unidos pensó que quizás sus habilidades, serían mejor utilizadas en el FBI, razón por la cual después de cumplir 5 años en la prisión federal de Petesburg Virginia, empezó a colaborar con el FBI para luchar contra el fraude. Esta relación con el FBI duro 40 años en donde paradógicamente trabajó y se hizo amigo del agente federal que estuvo cazándolo por tantos años, el agente Joe Shea.
Luego de trabajar durante casi toda su vida para el FBI, Frank fundó su propia empresa de asesoría en falsificación de documentos (Abagnale and Associates). Con la cual logró hacerse multimillonario. Al final, la historia de Abganale es un constante cambio entre el éxito y el fracaso, logrando servir a múltiples instituciones federales para detener fraudes como los que él ejecutó durante aquellos años de juventud.
Frank Abganale trascendió a el cine, luego de publicar su libro catch me if you can, la historia fue llevada a Hollywood, en una película homónima, dirigida por Steven Spielberg, quien había comprado los derechos de autor, y protagonizada por Tom Hanks y Leonardo DiCaprio.
Es importante resaltar que la usurpación y falsificación de identidad en los Estados Unidos es un delito serio, el cual es penad por las autoridades judiciales americanas, con una pena que puede llegar hasta un máximo de 15 años de prisión. Esto también tomando en cuenta la proporción del delito y si existen otros cargos de carácter federal y estatal relacionados al caso en cuestión. Entre los delitos relacionados con el caso de Frank Abganale se encuentran:
- Fraude de identificación: robo de número de seguro social, fecha de nacimiento, o datos de la declaración de impuestos.
- Fraude de tarjeta de crédito: robo de informes crediticios.
- Fraude informático: robo de contraseñas (“passwords”).
- Fraude relacionado con instituciones financieras: acceso a cuenta bancaria, o al número de identificación personal (“pin”).
- Fraude de correo: robo de dirección, número de teléfono, o papeles con el estado de cuenta.