El 23 de marzo de 2023, el Parlamento israelí aprobó la ley de reforma judicial, que aspira cambiar la composición del comité de selección de jueces y limitar al Tribunal Supremo de revisar y cambiar leyes, blindando al ministro Benjamín Netanyahu de ser recusado o declarado no apto por cargos de corrupción (fraude, soborno y abuso de confianza).
En Israel no existe una constitución, su sistema se basa en leyes de rango constitucional y en la actualidad no hay ninguna que regule el balance entre el poder legislativo, ejecutivo y judicial, en consecuencia la nueva reforma le dará mayor poder al gobierno que a los tribunales de justicia.
Protestas masivas en todo el territorio israelí.
Esta medida causó una división en la población, provocando una serie de protestas masivas en todo el país que se han alargado durante semanas por ser una reforma que amenaza la democracia al restarle independencia al poder judicial y quitarle facultades al Tribunal Supremo.
Los organizadores israelíes informaron que han llegado a 50.000 manifestaciones en todo el territorio, lo que fue calificado por el periódico Haaretz como “la manifestación más grande en la historia del país”. De igual forma, se ha reportado la advertencia de algunos miembros del ejército de retirarse.
El periodista Henrique Cymerman expreso “No creo que Netanyahu pensase que iba a haber una resistencia tan grande por parte de la opinión pública israelí”. La tensión en el país sigue en aumento y se esperaba que entraran en una crisis institucional sin precedentes, en donde se pone en riesgo la democracia del estado.
Aplazan la Ley de reforma
Sin embargo, el domingo 26 Israel se paralizó nuevamente tras una nueva ola de protestas luego de la destitución del ministro de defensa, Yoav Gallant, por sus críticas públicas contra la reforma. De igual forma se lanzó una huelga nacional que tendría lugar a partir del lunes 27 como muestra de la desaprobación de los ciudadanos.
Los diplomáticos en el extranjero dejaron sus puestos de trabajo, las universidades y centros comerciales cerraron de forma indefinida, el aeropuerto internacional Ben Gurión no permitirá vuelos de entrada ni salida, 23 alcaldes iniciarán una huelga de hambre y el mayor sindicato llamo a 800.000 afiliados a dejar sus puestos en sanidad, transporte, banca, entre otros.
Por esto, el presidente Isaac Herzog le hizo un llamado al primer ministro de «actuar con responsabilidad y valentía» para detener la reforma «Por el bien de la unidad del pueblo de Israel, por el bien de la responsabilidad necesaria, les pido que detengan el proceso legislativo de inmediato»
Horas después, Netanyahu anuncio que los proyectos de ley de la reforma serían aplazados hasta la próxima sesión parlamentaria “Cuando hay una posibilidad de impedir una guerra civil mediante el diálogo, como primer ministro hago una pausa para el diálogo” logrando así el fin de la huelga convocada solo unas horas antes
