Pasados los años, en el mundo se ha creado un intenso debate en torno al uso de tecnologías médicas avanzadas. Últimamente, este debate ha tomado más fuerza debido al caso de Sandra Sultzer, quien padecía de cáncer de colon y perdió la vida durante una cirugía realizada por un “robot cirujano” llamado da Vinci.
En septiembre de 2021, Sandra Sultzer fue intervenida en el Baptist Health Boca Ratón Regional Hospital en Florida, Estados Unidos. Durante la cirugía, el dispositivo desarrollado por la empresa Intuitive Surgical, Inc. (ISI) le provocó lesiones graves, como una quemadura y un desgarre en el intestino delgado.
Las lesiones sufridas provocaron que Sandra requiriera cirugías correctivas en los próximos meses para tratar de aliviar los dolores abdominales y la fiebre; resultando finalmente, en febrero de 2022, su muerte. Lo que hizo que el esposo, ahora viudo, Harvey Sultzer, presentara una demanda contra Intuitive Surgical, Inc. (ISI).
Este caso se centra principalmente en la muerte de Sandra Sultzer, por las complicaciones de salud después del procedimiento quirúrgico realizado por el robot da Vinci. Se alega negligencia y responsabilidad del producto, buscando reparación por daños personales, financieros y emocionales. El monto específico que Harvey Sultzer solicita no se menciona en los informes disponibles públicamente; sin embargo, el tribunal tiene jurisdicción según 28 U.S.C. § 1332, ya que este pleito involucra ciudadanos de diferentes estados, y el monto en controversia supera los 75.000,00 $ (sin incluir costos e intereses).
Lo más destacable de todo es que la demanda presentada por Harvey Sultzer señala que Intuitive Surgical ya tenía conocimiento previo de las fallas en el dispositivo da Vinci. Varias investigaciones realizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), entre el 2009 y 2011, advirtieron sobre anomalías, incluyendo problemas de aislamiento que podían provocar “fugas de corriente”. De todas formas, la compañía nunca emitió advertencias a los pacientes o usuarios.
La negligencia Médica bajo la ley de Florida
Los estatutos de Florida Sección 766.102, definen la negligencia médica, también conocida como mala praxis – mala práctica médica – una violación de la “norma profesional de atención prevaleciente para un profesional de atención médica”.
El peculiar caso de Sandra Sultzer no es el único ejemplo. En los últimos años, la empresa ha sido objeto de al menos 93 demandas por responsabilidad de su producto, muchos informes financieros indican la existencia de más víctimas que han sufrido lesiones durante cirugías con el robot da Vinci.
Al analizar jurídicamente el caso de Harvey Sultzer y el robot da Vinci, se pueden encontrar aspectos legales clave; la responsabilidad del fabricante, negligencia, incumplimiento del deber de advertencia, defecto de fabricación.
Desarrollando estos puntos se puede decir que, IntuituveSurgical como fabricante tiene la responsabilidad de garantizar que su dispositivo sea seguro y cumpla con los estándares médicos.
Los Sultzer podrían argumentar que la empresa fue negligente al no advertir sobre los riesgos específicos asociados con dicho robot. Si se demuestra que el fabricante conocía los problemas de aislamiento eléctrico y no se tomaron precauciones o no se advirtió a los usuarios, podrían ser responsables por no cumplir con su deber de advertencia.
También, si se demuestra que el robot tenía un defecto de origen que causó la lesión, la familia podría alegar un defecto de fabricación. En este caso, deben demostrar que la lesión de Sandra fue causada directamente por el robot da Vinci.
También podrían argumentar que Intuitive Surgical no proporcionó una capacitación adecuada a los cirujanos que utilizan dicho robot. Si el cirujano no estaba debidamente capacitado para manejar el dispositivo, esto podría recaer en la responsabilidad del fabricante.
La muerte de Sandra es una tragedia irreparable. Los Sultzer podrían buscar una compensación por los daños económicos, (gastos médicos, pérdida de ingresos) y no económicos (dolor y sufrimiento, pérdida de compañía).
El caso de Harvey Sultzer y el robot da Vinci involucra puntos complejos, la negligencia, responsabilidad del fabricante y daños. La decisión final dependerá de la evidencia presentada y la interpretación legal por parte del tribunal.
¿Da Vinci en Venezuela?
Desde hace algunos años el robot da Vinci ha estado operando en Venezuela, especialmente en el Centro Médico Docente La Trinidad, donde se utiliza principalmente para tratar enfermedades urológicas.
Ahora, enfocándonos en el área jurídica, el artículo 1196 del Código Civil de venezolano dice que “La obligación de reparación se extiende a todo daño material o moral causado por el acto ilícito”.
El Juez puede, especialmente, acordar una indemnización a la víctima en caso de lesión corporal, de atentado a su honor, a su reputación, o a los de su familia, a su libertad personal, como también en el caso de violación de su domicilio o de un secreto concerniente a la parte lesionada.
El Juez puede igualmente conceder una indemnización a los parientes, afines, o cónyuge, como reparación del dolor sufrido en caso de muerte de la víctima.
El artículo 107 de la Ley del Ejercicio de la Medicina venezolana dice que, ”si un médico es negligente o imprudente, puede enfrentar sanciones tanto disciplinarias como administrativas, además de las responsabilidades civiles o penales”. Así mismo, el artículo 124 de la misma ley establece que “el deber principal de un médico es respetar la vida y la dignidad humana en todas las circunstancias.”
No hay quejas específicas sobre el robot da Vinci en Venezuela. Pero como en cualquier procedimiento médico,siempre hay riesgos y es deber del médico y el centro especializado en informar a los pacientes sobre estos antes de cualquier procedimiento.