En semanas anteriores realizamos una publicación sobre el descubrimiento de los restos de 215 niños indígenas en una antigua escuela residencial de la Columbia Británica que provoco una oleada de dolor y preguntas a medida que comenzaron los esfuerzos para identificar a los estudiantes.
De 1883 a 1996, cerca de 150.000 niños indígenas nativos de territorio norteamericano, fueron separados de sus familias, a menudo por la fuerza, y enviados a las escuelas administradas por la iglesia y financiadas por el gobierno canadiense en un intento por asimilarlos a la religión católica e incorporarlos a la sociedad blanca canadiense. Allí, muchos niños enfrentaron negligencia y abuso físico y sexual. Inclusive, se les prohibió hablar lenguas indígenas y practicar sus tradiciones.
Un radar de penetración terrestre que inspeccionaba los predios en donde funcionó la Escuela Residencial Indígena de Kamloops, en la Columbia Británica Canadiense; la más grande del sistema escolar residencial supervisado por el departamento de Asuntos Indígenas, que se estableció desde 1890 hasta 1978 bajo la administración de la Iglesia Católica Romana encontrò los restos.
Durante la inspección, fueron localizados los restos de alrededor de 215 niños indígenas, cuyos cuerpos fueron encontrados en una fosa común ubicada en dichos predios. Algunos de los cuerpos encontrados corresponden a niños que tenían 03 años para el momento de su muerte.
El descubrimiento, ha provocado un nuevo escrutinio sobre la Iglesia Católica Romana, quien en 2018 fue emplazada por el primer ministro canadiense Justin Trudeau, para que ofreciera disculpas formales a las Primeras naciones tribales en territorio canadiense; esto a raíz del informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá, que había concluido que las Escuelas Residenciales Indígenas constituyeron un verdadero «genocidio cultural». Sin embargo, la solicitud personal que hiciera el primer ministro fue rechazada por el Papa Francisco.
En dicho informe, se estimó que los abusos, los accidentes, incendios, y enfermedades contagiosas en las escuelas residenciales contribuyeron a la muerte de más de 4000 niños pertenecientes a las primeras naciones tribales que ocuparon territorio canadiense.
De hecho, el gobierno canadiense se disculpó formalmente y pagó miles de millones de dólares en compensación a los sobrevivientes de las escuelas residenciales.
La directora ejecutiva del First Nations Child and Family Caring Society, dijo que era hora de que la iglesia «realmente acepte la plena responsabilidad de las reparaciones a las familias»
Si bien el Vaticano no ha comentado sobre el descubrimiento de los restos, los líderes de la iglesia local han expresado su tristeza por la tragedia que representa.
“El dolor que causan tales noticias nos recuerda nuestra necesidad constante de sacar a la luz cada situación trágica que ocurrió en las escuelas residenciales administradas por la Iglesia”, dijo el arzobispo J. Michael Miller de Vancouver en un comunicado. “El paso del tiempo no borra el sufrimiento que afecta a las comunidades indígenas afectadas, y nos comprometemos a hacer todo lo posible para curar ese sufrimiento”.
En esta oportunidad, el primer ministro canadiense Justin Trudeau twitteó:
The news that remains were found at the former Kamloops residential school breaks my heart – it is a painful reminder of that dark and shameful chapter of our country’s history. I am thinking about everyone affected by this distressing news. We are here for you. https://t.co/ZUfDRyAfET
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) May 28, 2021
Por su parte, la nación tribal a quien se presume pertenecían los niños encontrados, (Tk’emlúps te Secwépemc) también se pronunció, advirtiendo sobre la posibilidad que se hayan enterrado más cuerpos en los terrenos de la escuela, que aún no se han registrado por completo. También dijeron que están trabajando con el BC Coroners Service, contactando a las comunidades de origen de los estudiantes, protegiendo los restos y trabajando con los museos para encontrar registros de estas muertes.
Para ese momento, varias personas se habían reunido en un monumento en Vancouver, donde se colocaron zapatos para niños y algunas muñecas en los escalones de la Galería de Arte de Vancouver.
Gunargie O ‘Sullivan, un sobreviviente de una escuela residencial que estuvo en el memorial el viernes, dijo que la noticia estaba provocando a muchos sobrevivientes de la escuela.
«Tengo la suerte de decir que estoy viva», dijo, y agregó que su madre también sobrevivió a una escuela residencial.
Ahora bien, lo que al principio fue una incesante lucha, para lograr identificar los restos de dichos niños, actualmente se ha convertido en una oleada de crímenes, en respuesta de tal descubrimiento.
En las últimas semanas se han iniciado distintas actividades en represalias al descubrimiento, las autoridades han reportado al menos 7 incendios provocados en iglesias, seguidos de innumerables actos vandálicos, dónde fueron pintadas de naranja y rojo, acompañados del número «215» haciendo referencia a los 215 niños encontrados.
Los actos de vandálicos han ido en ascenso, pasando de iglesias, a estatuas representantes de la corona inglesa, cómo lo fueron; dos estatuas de la Reina Victoria, una estatua de la Reina Isabel II, así como también la estatua de capitán James Cook, un explorador de la corona, del siglo XVIII, quien fue arrojada al océano Pacífico.
Las estatuas fueron derribadas, cortadas, pintadas y distribuidas en varios lugares cercanos, siendo recuperadas más tarde. A excepción de la estatua del capitán James Cook.
El acto tuvo lugar el 1 de julio, en la fecha de la conmemoración anual del día de Canadá. El en cuál es recordada la fundación del país en 1867.
La primera en ser derribada, fue la estatua de la Reina Victoria, ubicada frente al parlamento de Winnipeg, en la capital de la provincia de Manitoba. Lugar donde Miles de personas marcharon en honor a las víctimas de los internados, y mostrando su apoyo a las comunidades indígenas. Seguidas de una mini estatua de la Reina Isabel II, ubicada en áreas cercanas a la manifestación.
En consecuencia, el primer ministro canadiense; Justin Trudeau se pronunció al respecto, en una entrevista, dónde ha condenado el sinnúmero de ataques, describiéndolos cómo; » Inseparables y equivocados.»
Sin embargo, mostró su descontento, en cuanto a la falta de pronunciación de la iglesia católica al respecto, refiriéndose al Papa directamente, y asegurando que es necesario dicho pronunciamiento, dónde es crucial una disculpa de la iglesia, dirigidas a las comunidades indígenas, quienes fueron, y son los principales afectados ante ésta horrible situación, que no solo es actual, sino que siempre ha existido, resaltando que el «sufrimiento» de ésta comunidad, es totalmente real.
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