Los fiscales especiales del caso “Rust” han solicitado a un gran jurado que tome ciertas consideraciones sobre Alec Baldwin para volver a estar en condición de imputado penalmente por la muerte accidental de la conocida directora de fotografía Halyna Hutchins. Los fiscales encargados de llevar la causa, Kari T. Morrissey y Jason J, establecieron el 17 de octubre del presente año.
“Después de una extensa investigación en los últimos meses, han salido a la luz hechos adicionales. Creemos que estos demuestran que el señor Baldwin tiene culpabilidad penal”
En consecuencia, el caso aún se está resolviendo en una, de las cortes pertenecientes al Primer Distrito Judicial de Nuevo México. La cual se encargará de la representación de los intereses judiciales del caso. Parte de la averiguación seria, cómo apareció una bala real en el tambor de la pistola de atrezo que empuñaba el actor Alec Baldwin durante un ensayo. Acto que acabó configurando en la muerte de la ya mencionada directora de fotografía.
“Creemos que el curso de acción apropiado es permitir que un panel de ciudadanos de Nuevo México determine a partir de aquí si el señor Baldwin debe ser detenido de cara a un juicio penal”
Esto último fue lo mencionado por los fiscales con relación a la necesidad que tienen de llevar el caso a un gran jurado en Nuevo Mexico, cabe destacar que el actor había sido absuelto el pasado 20 de abril del año en curso, hasta el momento el actor sigue manteniendo la tesis de nunca haber presionado el gatillo, el reconocido actor dice que todo fue culpa de un fallo mecánico, razón por la cual Hannah Gutiérrez-Reed sigue acusada de Homicidio Involuntario la armera, por su labor como encargada del protocolo de seguridad.
Es por esta razón que la acusada puede ser sentenciada por un año de cárcel y con libertad condicional dentro del condado, con libertad condicional o puede llegar a un límite superior de 4 años en una prisión estatal del estado de California, además de lo mencionado, otra de las consecuencias que puede acarrear sería una multa de 10.000 dólares americanos, la perdida al derecho de portar armas.